Daniela, ¿es verdad?
He huido demasiado de tus ojos
Evitando encontrarme tu mirada
Yo te se, te reconozco
siempre supe que vendrías
Puedo hacerlo, y tal vez me ayude:
Cerrar los ojos infinitamente,
desaparecerte al no mirarte,
y seguir viviendo la mentira
Mi hora, que no es igual a la de ella
te presentas madrugando, decidida,
impaciente, casi arrepentida:
"Si no es hoy, quizá no sea"
Mi hora, te apoderas de mis letras
y declaras, sin miedo, el adiós de ella
Yo se que antes, mi deber era,
cortar el aire en la garganta de mi fe
Pero no fui fuerte, fue imposible
mirarla era, como siempre fue,
sentir la vida de la vida en mi vida.
No lo quise hacer, no lo quiero hacer.
Tu que estás presente ahora
y que tienes en tu ser lo que no quiero y niego
reconocerte debo y con dolor lo hago
Te se, te reconozco, vienes a darme lo que eres.
Tu nombre es verdad: ¡Ha muerto ella!...