Llegará el día

... Solo por la leve sospecha, por la melancólica, nostálgica, absurda e invencible esperanza de que despiertes un día, y decidas adornar mis letras con la magia de tu triste mirada...
Solo por eso, solo para eso, como todo, como siempre, estoy aquí...

jueves, 7 de mayo de 2009

P a r a s i e m p r e m e n t e



¿Quieres escuchar una historia?

Atiéndeme preciosa, no importa que mantengas tus ojitos cerrados, solo atiéndeme y no creas si te dicen que he mentido...





... Las historias hay que contarlas con la verdad, pero siempre con esa mínima dosis de mentira que las haga creíbles, que las haga reales... Me atrevo a parafrasear a Saramago, y lo nombro, más por el cariño que le tengo, que por el respeto a los derechos de autor o el miedo de que se me acuse de plagio, además, no lo niego, debo querer un poco de su forma, un poco de su infinita ternura para contar las mentiras que me llenan la cabeza, por que sabido es, y "a las pruebas me remito", que vive en absoluto y autoconvencido engaño (hara-kiri en cómodas cuotas) quien cree y vive pensando con "fe y alegría" que el amor es para siempre, o que puede haber tanto amor en una persona hacia otra, que eso será suficiente para que esa otra, receptora, sienta lo mismo y en la misma medida y a su vez, se convierta en emisora... (nada que ver con la cansina teoría de la comunicación y sus medios, canales, retroalimentaciones, etc), sabido es, decía, y ojalá alguien pueda contradecir esta casi verdad absoluta a mis ojos, que eso de que el amor es la clave, la llave, el camino, solo está hecho para que uno tenga pretexto para sufrir y no encuentre, por más que busca, incluido dentro del espejo, a quien culpar, contra quien descargar la rabia, a quien matar para vivir, como sí parece ser la vida real, la que quieren que aprendamos a vivir.

No quiero desviarme del tema que pensaba dejar aquí, así que terminaré mi queja (¿otra?) diciendo que yo crecí lleno de mentiras en mi cabeza, y bastante creído de su veracidad, de  veritas de veritas yo creía que la llave era el amor, ("the key to the universe... is love", te acuerdas linda mía, esa canción que te tenía haaaaarta? y que disfrutábamos juntos, no se si más por la letra o por la voz del Kiske...) que con amor todo se puede y esas cosas que suenan bien y que en las películas se cansan de demostrarnos, son ciertas...

Empiezo "mi" historia y regreso al tema de las mentiras para poder contarla con la verdad, porque tengo algún problema: me explico, lo que leerás, dormilonita (si es que acaso lo haces un día, si es que acaso tus ojitos se abren de nuevo y vienen por estos campos secos con tu agua de arcoiris) en verdad sucedió y hace poco, o sea, en este mismo año (2009, mayo) y en este mismo mes, y fue por aquí cerca (quedemos en que dentro de Ecuador), pero parece que irremediablemente recurriré a mentir en algunas partes y quisiera anticipar, para que luego, pues la historia es real, nadie vaya a decirte que te he mentido, en fin, no importa, espero que sea creíble, porque, prometo (ya empecé a mentir, las promesas son la cara que el espejo le devuelve a la mentira y viceversa), bueno, no prometo, pero yo lo vi, con mis ojos. (¿otra mentira?), bueno, vi una parte, el resto me contaron, y mucho del resto se hizo público, pues los escándalos, y más los de este tipo, se riegan inmediatamente, de hecho haciendo que la mentira y la verdad se fundan en un abrazo imposible de romper. Por eso es que creo que lo que voy a decir es verdad, aunque tenga mentiras dentro...

Estaba yo, plácidamente (mentira, estaba con dolor de cuerpo y mal sentado, me dolía mi final de la espalda y no atinaba ya, cómo acomodarme en el sillón que al inicio del día siempre me parece cómodo) Estaba yo, SENTADO, escribiendo un poco y oyendo un poco de música: Oía la locura de voz de esta chica que no recuerdo el nombre (el disco se llama "Saana - Warrior of light parte 1- journey to the crystal island) que lleva, pero el "dueño" del grupo es el que era guitarrista de stratovarius, ¿te acuerdas amor, cuánto te gustaba oírme cantar algunas canciones de ellos, te acuerdas cuánto te gustaba su música?, ¿te acuerdas cuantas veces tuve que repetirte estas canciones para que ocupen el lugar de la música con la que llegaste hasta mis "dominios"?, Timo Tolkki se llama el "capo", y me encantaba que te gustara, aunque ahora tus ojos cerrados me digan que no puedes oírlo...

Estaba sentado decía, antes de perderme en otra mentira de la vida, y afuera, en la calle, de pronto, escuché lo que mis oídos morbosos quisieron identificar como un accidente de tránsito, no grave ni nada, como cualquier otro, pero "sin duda" un vehículo se estrelló, no muy fuerte contra otro (mujer ha de ser, escuché sorprendido que decía mi boca, pero hacia dentro), y entre mi pereza de levantarme, pues estaba muy interesado en lo que escribía o leía, no recuerdo que dije que estaba haciendo (¿estaba haciendo algo, o solo lo dije?, ¿otra mentira?, ¿no estaba haciendo nada?) y mi pereza por comprobar lo que ya sabía, es decir que una mujer que demostraba su maldad en cada esquina y que manejaba como en pista de carreras, golpeó con su enorme vehículo y con toda la intención de dejar claramente dicho quien manda aquí, a un pobre hombre que respetaba todas las señales de tránsito y viajaba tranquilamente, sucedió algo que de verdad llamó mi atención más que el probable accidente: 

Ya decidí quedarme sentado en lo mío, pero me hicieron cambiar de idea los gritos, las amenazas, las palabras como cuando una pelea entre varones se prepara, ya sabes amor, lo que en la escuela yo te contaba que decíamos los niños cuando era inminente el enfrentamiento de dos o más niños (al menos por aquí las cosas se encendían con empujones, no cualquier clase de empujón, siempre con el pecho, pecho inflado además; la mirada medio de lado, y medio desde arriba, en lo posible emitiendo sonidos amenazante (¿habremos pensado que eran sonidos amenazantes?.. ¿suponer será mentir?) y todo eso, mas ciertos ruidos como de siseo permanente desembocaba  en "una manito", que no se detenía hasta que uno de los dos sentía sangre en su nariz, o en el labio, y el otro, el que no tenía sangre, pero que seguía indetenible en su "remolino" de manotazos a ojos cerrados, solo notaba que la pelea terminó cuando otro, amigo de éste, le detenía al fin, diciendo algo como: "ya! ya, ya, ya le sacaste chocolate!...". Desde mi ventana (recuerdo que había una canción de la inefable Karina, ¿recuerdas preciosa de mis ojos, cuando encontramos emocionados a Karina después de haberla enterrado bajo años de olvido?, y cómo nos pusimos a entender, recién ahí, mucho de lo que sus canciones decían?),  y bien colocado, como para grabar lo que se reproduciría alguna vez con la sazón del chisme, me instalé y abrí bien mis ojos, que son tuyos mi chiquita dormida.

Pues bien, desde mi balcón (estoy en un segundo piso de casa vieja, es decir, unos seis o siete metros me separaban de la calle, donde una persona gesticulaba y gritaba cosas indescifrables, a pesar de la corta distancia en que lo tenía, y se dirigía además, hacia alguna persona, supongo yo, que se encontraba justamente en un lugar al que mis ojos, por más que se estiracen, no llegaban (otra mentira, en realidad mi propia casa, pues es esquinera, impedía que yo mirara qué estaba sucediendo al virar la esquina, mis ojos no se estiran)... Mi curiosidad fue más grande, ya he dicho que mi casa (otra gran mentira, no es mía) es esquinera, entonces yo podía ir hacia uno de los balcón que daba justamente hacia la calle donde se encontraba el presunto ser humano al que dirigía sus frases incomprensibles el señor al que pude mirar y casi escuchar desde el primer balcón.  

Si mi inteligencia me hubiera acompañado, creo que hubiera hecho todo a tiempo, lo cierto es que cuando llegué al balcón que según yo iba a ayudarme a develar el misterio, las cosas estaban adelantadas, como si alguien (si no tuviera un profundo respeto por dios y sus días -eternos- de descanso, le echaría la culpa a el) hubiera aplastado el botón de adelantar mientras yo cambiaba, lo juro que a toda velocidad de balcón (no estoy seguro, pero creo que es otra mentira, me parece que lo hice con total tranquilidad, como si los hechos me iban a estar esperando para sucederse, así que retiro la jurada).

Lo único que pude ver, eso si con mis propios ojos, era mucha gente (como cuando en efecto alguien choca a otro alguien) o sea, curiosos, desocupados, como yo, y como la Miriancita (la chica que ayuda con los niños de la casa que no es mía) que yacía, desde que inició todo supongo, en el balcón que seguramente le permitió entender el suceso íntegro, entonces cuando llegué, decía, solo vi que mucha gente que hacía el mejor uso que podía de su importante tiempo, corrían. Si, así mismo, corrían como si lo interesante no estuviera ahí, bajo mi balcón el segundo, sino lejos, hacia el Oeste, eran las once de la mañana más o menos, y para la mala suerte de mi curiosidad, era como si algo estuviera alejándose de mi casa y de mi campo de visión mientras sucedía. 
Siempre amor me sucedía lo mismo, ¿recuerdas que cuando yo no salía con mis amigos, siempre había broncas y algo para estar, y cuando yo estaba, la noche transcurría en la más absoluta calma?

Recapitulemos, porque no entiendo nada, y no quiero amor de mis días, que te confundas pobrecita con mis laberintos, te explico los hechos hasta aqui, tal como me contó la Miriancita o an, supongo que por Miriam, como le dice uno de los mil niños que viven alegrando esta casa que ya he dicho que no es mía (otra mentira, no son miles, son dos y a veces tres niños, pero joden como mil...). 

Resulta, mi amada curiosita, y encantada con los chismes del barrio, que un par de noviecitos, colegiales, tenían algún problema, los papás de ella no lo querían a el, longo le decían, es decir, muchas razones tenían para despreciarlo, pues es sabido, a las pruebas de nuevo, que eso de que los seres humanos somos iguales, solo sirve para decirlo, y en voz alta, nada más, bueno, si, perdona amor, me desvié otra vez, ya sabes, perdona, mi resentimiento con la vida, si, está bien, tienes razón, vuelvo al tema. Decía que el longo este, pretendía a la niñita (los papás de la niña no sabían que ellos ya estaban juntos y que se querían) y juntos habían planeado un plan, (juro que en este caso la súper redundancia tiene su razón de ser) que consistía en que el y ella (el será L y ella M, ¿está bien preciosita mía, me sigues?) iban a escaparse de todo, y amarse parasiempremente 

Decidieron que irían al colegio y L, normalmente iba a pasar a buscar a M por su curso, como cada día, pero antes de la hora de salida, pues M. siempre era recogida por sus papás en vehículo (no sabía nadie que ese vehículo era uno de los implicados en el accidente que yo creí escuchar). Bien, resulta que L. estaba muy decidido y no dudó un solo instante en tomar la pistola que su padre escondía bajo un adorno en la sala de su casa (¿otro invento?) y la guardó, "por si acaso", se habrá dicho mirando sus ojos, más decididos que seguros en ese momento, sin saber si el arma estaba cargada siquiera, y menos cómo usarla en caso de necesitarlo, en su maleta, una maleta roja, como cualquier maleta roja de colegial. 

Juntos salieron del colegio, mucho más temprano de lo que los papás de M. debían ir a recogerla así que caminaban tranquilos, nerviosos por todo en general, pero tranquilos en particular, pues equivocadamente pensaban que todo estaba saliendo como se suponía. Los padres de M. decidieron ir a ver a la niña, (no hay mentira en esto, ella tiene para entonces 15 años) antes de tiempo, pues querían llevarla a la ciudad y no había problema, iban al colegio y pedían permiso al profesor nomás. 

En esta ciudad imaginaria, de calles imaginarias y coincidencias reales, L. y M. vieron como el automóvil de los padres de M. se acercaba y no pudieron hacer nada, L. decidió bajar corriendo con M. aprovechando que la calle era -una sola vía de subida-, M. no lucía tan segura ya de lo que estaba haciendo, pero lo amo, habrá dicho y continuó corriendo, casi sin saber qué ocurriría, pues el vehículo de sus padres solo debía avanzar un poco más y encontrar la calle que le permita ponerse en la misma dirección de ellos. 

En el auto iban el papá y la mamá de M. y un niño de unos 3 años, su hermano pequeño. Lo cierto es que justo en mi calle, L. y M. ella casi arrastrada por L. más por el cansancio y la falta de preparación física que por no querer ir con el, deciden curvar y dirigirse hacia el Oeste (te acuerdas amor que te lo decía, corrían hacia el Oeste?, recuerdas que la gente corría hacia allá?), entonces el vehículo, acelerado al máximo en una ciudad de calles relativamente estrechas y llena de tráfico hizo una maniobra apresurada y evidentemente equivodada y terminó golpeando a un vehículo, cuya dueña, ajena a lo que estaba sucediendo no entendía porque ese señor iba tan rápido y la golpeaba, es verdad levemente, pero sin motivo habrá pensado la señora que se lamentaba por no frenar completamente en cada intersección. 

Los gritos que yo escuché y que me hicieron pensar en que a los tiempos iba a ver una "bronquita", eran los gritos del padre que chocó su vehículo y se veía imposibilitado de continuar su persecución, sin embargo, la gente, tomó la posta, además todos estaban alertados" que ese longo está secuestrando a mi hija, no le dejen!, síganle!, es mi hija!..." Mientras esto sucedía, la madre de M. tomó su teléfono celular y se comunicó con alguien, suponemos que pidiendo ayuda...

 Sobra decir que en efecto, la gente empezó a seguir a L. que cada vez más desesperado ante el cansancio de M. pensaba qué hacer, y es ahí que L. decide sacar su arma que no era suya y que ni siquiera sabía que estaba cargada, y apunta con ella a un señor que sin saber nada pasaba por ahí, a menos cero kilómetros por hora (en esta ciudad normalmente se va a esa velocidad, pues más rápido no se puede ver todo de lo que después se pretende hablar, ya sabes amor, los chismes, los de siempre),  y cuando el señor mira el arma que L. trae no siente miedo y forcejea con el, y M. solo llora asustada, pues nunca había visto un arma, además, recién empieza a pensar en lo que puede pasar. 

M. dice, "No, L. déjele, vamos, vamos, no le haga nada". L. no pensaba hacerle nada al señor del carro, solo quería el carro para poder escapar de la gente que se acercaba con claras intenciones de separar a los novios que se iban a escapar para vivir juntos y felices, y M. no podía correr más. La gente casi atrapa a L. pero éste alcanzó a correr de nuevo, pero esta vez, M. había quedado presa-rescatada por la gente, que la tranquilizaba, y le pedía que deje de llorar, mintiéndole que todo va a estar bien... L. no dejó de correr, pues un grupo de gente, mantenía la persecución.

Mi amor qué hago se habrá preguntado L, como si sus palabras pudieran llegar hasta los oídos de M, que no paraba de llorar y de rezar que no sucediera nada más. Mi amor, no se qué hacer, qué vamos a hacer se habrá dicho gritándose, y corrió todavía más... La gente lo seguía, y pronto un patrullero de la policía, que poco antes había recibido la llamada desesperada de la mamá de M. llegaba y se unía a la persecución, que cada vez se tornaba más desesperante para L. que ahora, sin M. a su lado, aunque podía correr más rápido, no entendía muy bien qué es lo que estaba haciendo, por lo que solo siguió corriendo... 

"Y si pido perdón", se le hubiera escuchado decir a L, si es que pudiéramos hacer un silencio suficiente, "Y si les pido perdón a los papás de M y les digo que nos vamos a casar", y si dejo tirada la pistola, y si dejo de correr?, a ver si uno de estos maricones me dice algo, y si les apunto con el arma?... Todas, una sola pregunta en la cabeza de L... ¿Qué hago?.Y todo, mientras seguía corriendo casi sin saber a dónde iba a llegar ni cómo, ni cuando... 

La vida a veces mi amor, se burla de los humanos, o a veces los humanos no entendemos las bromas de la vida, y parece que una sola decisión podría traer consecuencias que uno no se imagina. L. habrá dicho, cuando con ella planeaba su plan, "voy a vivir con mi amor, ella me ama, yo le amo y trabajaré en lo que sea, con tal de estar bien con ella, y los papás de ella, pronto se darán cuenta que no soy malo, que le quiero a la M."... Y le voy a querer hasta el día en que me muera...

La policía cercó a L. que se vio de pronto sin salida, hacia el frente suyo estaba el patrullero, con la policía pidiéndole que suelte el arma, y la gente que esperaba el desenlace de todo este mal chiste. Fue todo muy rápido, varias lágrimas gritaban dentro de los ojos de L. y pedían con esos gritos que se les permita salir, las manos y los músculos le temblaban, "me voy a morir", habrá pensado para si L

Todo fue muy rápido dijo el policía que estaba encargado de este caso, cuando en el noticiero de TV se le preguntaba cómo fueron las cosas. "todo fue muy rápido, no pudimos hacer nada"...




El amó a su niña hasta el día de su muerte, hasta el último segundo de su corta existencia, hasta el momento mismo en que su cerebro habrá pensado su último pensamiento y todo fue muy rápido para todos, pues el disparo del arma del padre de L. destrozó su cráneo y nadie pudo hacer nada para evitarlo, o así más o menos se expresó el policía...

De M. no se nada, de sus padres tampoco, de la gente que "ayudó" tampoco, solo se el nombre del barrio donde L. cometió el pecado de atentar contra su vida, consiguiéndolo al primer intento, o sea, lo que otros no podemos hacer ni reincidiendo y es importante ese barrio mi amor, porque es tu barrio, por ahi era tu casita, donde yo iba a verte cada noche, siempre pasadas las 7 de la noche, y solo hasta, máximo las 10 de la noche, pues tu mami no me quería nada, aunque yo no iba armado... L. tenía 17 años...

.... ¿Tienes alguna duda, ojitos cerrados?, solo dime bonita, yo te invento el final que quieras escuchar, o juntos nos contamos la verdad... 



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta como escribes! ESA NOTA ROMÁNTICA QUE LE PONES A TUS RELATOS ME TIENE ENGANCHADA!

BESO GRANDE!

martin romaña dijo...

Muchas gracias, sabes, tenía una foto que no pude publicar para este relato, me odio por mi inutilidad con la tecnología, o sea, la foto la necesitaba horizontal, pero ella quería estar vertical, y ya ves, no hubo forma de convencer a la foto a que vaya horizontal, y tuve que dejar un espacio que necesitaba esa imagen, en blanco... O sea, en negro...

Un beso grande de vuelta, pero no el mismo, que ese ya es mío, recibe otro, de estreno, flamante... Bienvenida siempre y gracias.

Venus dijo...

Es como adictivo lo que escribes jaja... a veces me pierdo porque no haces muchos puntos pero de todas formas sigo... pondrias mas puntos?

martin romaña dijo...

Ja ja, Gracias... Y si, creo que puedo poner "más puntos"... La verdad a veces siento que pongo demasiados puntos, ja ja, pero gracias por la sugerencia, me es grato recibirla y la tomaré muy en cuenta...
Bienvenida. Por cierto, lo de adictivo, ¿es bueno o malo?, y gracias...

Anónimo dijo...

Me encantó esta historia. Pero acaso tuvo algo de verdadera?
Yo se que puedes haberla inventado, pero hay momentos en que dics cosas como que si son verdaderas.

Volveré y lamento mantenerme como anónima.
Un beso

martin romaña dijo...

Hola, bienvenida siempre, y tranquila, no hay problema con eso de que te mantengas como anónima, por el momento me basta con que lo leas...

Esta historia es muy verdadera, incluso debo decir que salió publicada la versión "noticiosa" en el inefable Diario Extra de Guayaquil... Cuando me enteré del hecho, quise pensar que las cosas sucedieron tal como te cuento. Resulta un poco gracioso, porque al final, no me alejé demasiado de la versión oficial...

Sin embargo, creo que la versión oficial no deja muy calro todos los detalles que quizá explicarían, de algún modo, todo lo que sucedió para que un día, la vida de este chico terminara.

Saludos, y si quieres saber algo de ese hecho, me avisas, y seguro te cuento la versión oficial, y claro, si revisas el diario Extra de entre esos días, ahi encontrarás su "verdad"